Una corte de niebla y furia (Sarah J. Maas)

Feyre se ha convertido en inmortal, gracias a la intervención de los siete altos fae de Prythian. Ya de vuelta en la Corte Primavera, poco a poco se siente más aprisionada. Tamlin la tiene en constante vigilancia, por sus guardias o por Ianthe, una alta sacerdotisa. Y Rhys, con quien hizo un pacto, no da señales de vida, así que Feyre se va olvidando poco a poco de él.

Ella y Tamlin se han comprometido, y así llega el día de su matrimonio. Pero no es capaz de avanzar hacia el altar. Siente que va camino a vivir atrapada toda su vida. Y entonces aparece Rhys para cobrarse el pacto.

Así Feyre vuela a la Corte Noche y descubre que no se parece en nada a lo que ella tenía en mente. Un lugar de paz, de tranquilidad. Esa primera semana, aprende a leer y a levantar escudos mentales. Cuando vuelve con Tamlin, él lo único que quiere es saber datos sobre la disposición de la Corte.

Pasan las semanas, y al mes siguiente, Feyre debe ir de nuevo. Ya estando en la Corte Primavera, Tamlin la encierra en la casa para que ella no lo acompañe a una misión y Feyre se siente tan desdichada y encerrada como en Bajo la Montaña, dando rienda suelta a sus poderes. Mor, la prima de Rhys, acude a rescatarla. Y Feyre se convierte en parte de la Corte Noche y comienza a trabajar para Rhys, él y su círculo íntimo, la Corte de los Sueños (Mor, Azriel, Cassian y Amren, con Feyre como nueva incorporación) intentan detener los planes del rey de Hybern, quien planea destruir el muro e invadir Prythian y tierras mortales.

Para ello deberán embarcarse en varias misiones como ir a visitar al Tallador de Huesos, la cabaña de la tejedora, o misiones diplomáticas con las reinas de los mortales. Y mientras tanto, Rhys y Feyre se acercan cada día más. 

En un momento dado, Feyre y Rhys viajan al campamento de los Ilyrios, pero este resulta herido en una emboscada y es capturado por hombres de Hybern. Ella consigue rescatarlo y para curarlo da caza de nuevo al suriel, quien le revela algo que cambia su vida: ella es la pareja de Rhys. Siempre habían estado predestinados. Él ya lo sabía, por tanto Feyre no quiere saber nada de él por un tiempo y se refugia en una cabaña. Al cabo de los días, Rhys se presenta allí y hacen las paces y otras muchas más cosas. 

El final es trepidante, cuando deciden ir a Hybern a recuperar el caldero. Pero nada más llegar el Rey y Jurian los atrapan, y en la sala del trono aparecen las Reinas de los Humanos, Tamlin y Lucien (todos aliados con Hybern) y las hermanas de Feyre, que son usadas para probar los poderes del caldero, convirtiéndose en inmortales. 

Feyre finge que Rhys la ha utilizado para salvarlos a todos y el Rey de Hybern "Rompe el lazo" (realmente solo rompe el del trato que habían hecho meses antes, porque el lazo de pareja es irrompible). Así, ella vuelve a la Corte Primavera, pero convertida en la Gran Señora de la Corte Noche.