Un día más, aquí vengo con otra reseña de un libro que leí el mes pasado. Se titula "Diario de mi voluntario", un libro muy ligero que esconde mucho en su interior.
Título: Diario de mi voluntario
Autor: Luis Abengózar
Páginas: 176
Editorial: Éride
Año: 2015
Lengua: Castellano
ISBN: 9788416321315
A sus veintitrés años de edad, Clara, una joven escritora con futuro, aún no sospecha que está a punto de afrontar una avalancha de dolorosas preguntas. Una trágica realidad que hará tambalear su, hasta entonces, segura rutina. Dicho suceso le hará sumirse en un mar de tristezas y contradicciones, que, con ayuda de un inesperado envío, pronto comenzarán a ser respondidas. Aquella historia que parecía perdida, vuelve a revivir… Diario de mi voluntario narra la historia de cómo el azar, y lo caprichoso de ésta, puede influir en nuestras realidades. Ofrece al lector la visión, real, que un cambio imprevisto sucedido en un instante; en una hora; en un día cualquiera, puede abrir, frente a nosotros, una puerta a pensamientos y sentimientos totalmente escondidos.
No es la primera vez, ni la última, que digo que me atraen mucho estas historias. Las historias de los voluntariados, de la gente que aporta su granito de arena para cambiar el mundo. Y muchos lo consiguen. El que, sin duda, es uno de mis libros favoritos, aborda esta temática. Supongo que muchos habréis oído el título: "Llamando a las puertas del cielo".
En este caso no es una joven médica la que va a ayudar a los más desfavorecidos, sino Aitor, un joven trabajador social que decide gastar sus ahorros en viajar a Perú. Durante toda la historia él nos hace hincapié en que no ha sido gastar el dinero, puesto que ha ganado muchísimo más de lo que ha invertido en este viaje.
El libro nos habla de Aitor, pero no es él quien cuenta la historia -bueno, sí lo hace, pero de manera indirecta, como ahora veremos-.
Clara es una joven de 23 años que un día recibe una desagradable noticia. Poco a poco se reconstruyen los hechos, todo lo que ha pasado, y Clara debe aprender a vivir con ello, a que forme parte de su vida. A aceptarlo. Pasan los meses, pero esta joven no vive, para ella solo pasan los días; se aísla, sus padres se preocupan, ya no sale con sus amigas... el remordimiento no la abandonan. Pero un día, recibe un paquete que dará un giro a su vida.
En dicho paquete recibe el diario de Aitor. Al principio se muestra reticente a leerlo, no sabe si ella es la persona adecuada; pero al final lo hace. Se sumerge en un mundo hasta entonces desconocido para ella, viaja por las memorias de Aitor, por su estancia en Perú, sus sensaciones, sus vivencias. Se da cuenta de que el joven verdaderamente disfrutaba estando allí, a pesar del esfuerzo que suponía. Disfrutaba ayudando a la gente que no tenía recursos, pero que sin embargo llegaba a ser más feliz que aquel que tiene de todo.
Es por eso que nos encontramos el libro dividido en dos partes; por un lado, el diario de Aitor, y por otro, Clara cuenta en primera persona todo lo que siente.
Este libro nos muestra el contraste entre nuestra vida, la cultura occidental -todo exceso, la dependencia del dinero para ser feliz- y la vida en las zonas más pobres de Perú. Nos habla de la hospitalidad de la gente, de su felicidad a pesar de lo poco que tienen, de su agradecimiento a las personas que recorren medio mundo para ayudarlos.
Y todo esto es sincero.
Tengo que decir que está muy bien escrito, aunque a veces lo he encontrado un poco "recargado", como si el autor hubiera rizado el rizo en algunas ocasiones. A pesar de esto, se lee muy bien. Tengo que poner una pega, y es que me he encontrado algún laísmo (recordemos que la RAE solo acepta el leísmo) y alguna que otra falta de ortografía, y eso de encontrarme errores en un libro lo regulín regulán, aunque entiendo perfectamente que aquí ni tú, ni yo, ni nadie somos perfectos (valga la redundancia) y los errores se escapan. ¡El mundo está hecho de errores!
Hay algo que es digno de mención y es la portada. Me parece absolutamente preciosa, al igual que la contraportada. Ya sé que no hay que juzgar un libro por su portada, pero lo siento, si me hubieran dado a elegir entre este y un libro con una portada fea para mi gusto...
Se lee rápido, es muy cortito, y sin problemas; además os puedo asegurar que os deja muchas frases para apuntar (¡tengo el libro lleno de post-it!) que alguna vez os mostraré.
Sin duda, un libro recomendable por multitud de aspectos. Nos hace abrir los ojos y mirar a nuestro alrededor, apreciar lo que tenemos, ver la realidad que hay más allá esta felicidad aparente que muchas veces nos quieren pintar. En muchos sitios, hay gente que está pasando realmente muchas necesidades, y, aunque en sitios como el que nos encontramos en el libro, o en la India, o en África, abunden más que en nuestro país, también tenemos que ver que aquí hay gente que necesita de nuestra ayuda, y que, aunque pensemos que nosotros solo podemos aportar un granito de arena y que eso es nada, si unimos muchos granitos de arena podemos llegar a formar una montaña.
En este caso no es una joven médica la que va a ayudar a los más desfavorecidos, sino Aitor, un joven trabajador social que decide gastar sus ahorros en viajar a Perú. Durante toda la historia él nos hace hincapié en que no ha sido gastar el dinero, puesto que ha ganado muchísimo más de lo que ha invertido en este viaje.
El libro nos habla de Aitor, pero no es él quien cuenta la historia -bueno, sí lo hace, pero de manera indirecta, como ahora veremos-.
Clara es una joven de 23 años que un día recibe una desagradable noticia. Poco a poco se reconstruyen los hechos, todo lo que ha pasado, y Clara debe aprender a vivir con ello, a que forme parte de su vida. A aceptarlo. Pasan los meses, pero esta joven no vive, para ella solo pasan los días; se aísla, sus padres se preocupan, ya no sale con sus amigas... el remordimiento no la abandonan. Pero un día, recibe un paquete que dará un giro a su vida.
En dicho paquete recibe el diario de Aitor. Al principio se muestra reticente a leerlo, no sabe si ella es la persona adecuada; pero al final lo hace. Se sumerge en un mundo hasta entonces desconocido para ella, viaja por las memorias de Aitor, por su estancia en Perú, sus sensaciones, sus vivencias. Se da cuenta de que el joven verdaderamente disfrutaba estando allí, a pesar del esfuerzo que suponía. Disfrutaba ayudando a la gente que no tenía recursos, pero que sin embargo llegaba a ser más feliz que aquel que tiene de todo.
Es por eso que nos encontramos el libro dividido en dos partes; por un lado, el diario de Aitor, y por otro, Clara cuenta en primera persona todo lo que siente.
Este libro nos muestra el contraste entre nuestra vida, la cultura occidental -todo exceso, la dependencia del dinero para ser feliz- y la vida en las zonas más pobres de Perú. Nos habla de la hospitalidad de la gente, de su felicidad a pesar de lo poco que tienen, de su agradecimiento a las personas que recorren medio mundo para ayudarlos.
Y todo esto es sincero.
Tengo que decir que está muy bien escrito, aunque a veces lo he encontrado un poco "recargado", como si el autor hubiera rizado el rizo en algunas ocasiones. A pesar de esto, se lee muy bien. Tengo que poner una pega, y es que me he encontrado algún laísmo (recordemos que la RAE solo acepta el leísmo) y alguna que otra falta de ortografía, y eso de encontrarme errores en un libro lo regulín regulán, aunque entiendo perfectamente que aquí ni tú, ni yo, ni nadie somos perfectos (valga la redundancia) y los errores se escapan. ¡El mundo está hecho de errores!
Hay algo que es digno de mención y es la portada. Me parece absolutamente preciosa, al igual que la contraportada. Ya sé que no hay que juzgar un libro por su portada, pero lo siento, si me hubieran dado a elegir entre este y un libro con una portada fea para mi gusto...
Se lee rápido, es muy cortito, y sin problemas; además os puedo asegurar que os deja muchas frases para apuntar (¡tengo el libro lleno de post-it!) que alguna vez os mostraré.
Sin duda, un libro recomendable por multitud de aspectos. Nos hace abrir los ojos y mirar a nuestro alrededor, apreciar lo que tenemos, ver la realidad que hay más allá esta felicidad aparente que muchas veces nos quieren pintar. En muchos sitios, hay gente que está pasando realmente muchas necesidades, y, aunque en sitios como el que nos encontramos en el libro, o en la India, o en África, abunden más que en nuestro país, también tenemos que ver que aquí hay gente que necesita de nuestra ayuda, y que, aunque pensemos que nosotros solo podemos aportar un granito de arena y que eso es nada, si unimos muchos granitos de arena podemos llegar a formar una montaña.
"Me prometí ir olvidándolo, poquito a poco, para recordarlo siempre"
Es un libro que te llega al fondo del alma, y que tiene un mensaje muy fuerte en su interior.
Una novela muy emotiva que recomiendo a todo aquel que le gusten estos temas.
¿Qué opináis vosotros?
Me da curiosidad por la manera en la que se introduce la historia... aunque ya le tenía echado el ojo de antes.
ResponderEliminarBesooss!!
Holaa!!
ResponderEliminarSi te digo la verdad aún no conocía este libro y la verdad tiene muy buena pinta y para lo que has dicho de el, si lo veo por algún sitio le daré una oportunidad! Muy buena reseña! Un besito
¡Hola! He leído muchas reseñas de este libro y la verdad es que me da un poco de miedo porque no hay mucha conversación.
ResponderEliminarMuy buena reseña
Nos leemos un beso.
hola! no lo conocía y pinta genial, me lo apunto por si puedo conseguirlo!
ResponderEliminarun beso!
No creo que lo leajeje no me llama especialmente y además tengo muchos pendientes que me llaman más jeje
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarLo tengo en mi lista de pendientes y estoy deseosa de poder comenzar con él.
Gracias por la reseña. :)
Saludos
Qué ganas le tengo a este libro!! Y con tu reseña creo me he animado a leerlo en breves.
ResponderEliminarUn saludo :)
Hola Marina, por aquí te dejo mi aporte de Unamos Nuestras Palabras http://dannibook.blogspot.com/2015/04/fulgur-unamos-nuestras-palabras.html me gustó mucho participar, te sigo leyendo, besitos :D
ResponderEliminar